jueves, 27 de setiembre de 2007

EL HOMBRE Y SU PARCELA

HOMBRE DE TIERRA

Me encanta verte bajo el sol
con tu arado en la mano,
enseñando tu noble corazón
con la camisa desabotonada.

Te emerges de entre los hombres
con el señorío de tu mirada,
que al posarse sobre mis pechos
me hace sentir la más deseada.

Me fascina verte sudando
haciendo gala de tu fuerza
con tu dulce y alegre canto,
sembrando semillas de esperanzas.

Te ves despiadadamente varonil,
hombre de tierra, de ti beberé.
Pienso en nuestro futuro rancho
y los frutos que en él te daré.

El viento mece tu sombrero,
la tierra besa tus pies,
repica tu risa con salero,
mientras contoneo mis caderas.

Y dejas tu campo arado
volcándote ansioso a mí;
saboreas mi piel aceitunada
y vuelves tu labor a seguir.

KARINA

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